*En Toluca, Ricardo Moreno apoya a panistas
*Duarte y su manejo discrecional de recursos
Por I. León Montesinos
El partido de Andrés Manuel López Obrador que prometía ser una opción política diferente en el Estado de México corre el grave riesgo de ser una más del montón. La razón es muy sencilla, “la caballada” dirigida por el GAP (Grupo de Acción Política) que hablaba de congruencia e integridad engañó con la verdad.
Sus líderes ponderaron a los electores ser fieles a sus principios y convicciones pero no lo han cumplido. Así se consumó la traición del ex perredista, Ricardo Moreno Bastida, a su nueva militancia política, vaticinada en noviembre pasado en este espacio cuando pusimos al descubierto la estrategia para entregar la candidatura a la alcaldía de Toluca, y otras más, a personajes externos o de cuestionada reputación.
El representante de MORENA ante el IEEM, y puntero en la encuesta, terminó entregándose de cuerpo entero, jurando un inusitado amor y fidelidad al ex aspirante a cuñado de Enrique Peña Nieto y ex alcalde de Toluca, el panista Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
El ejercicio de genuflexión permanente del GAP tiene una larga historia, de otra manera, sería difícil explicar el crecimiento económico de sus prósperos dirigentes; como el modesto doctor de Chapingo, adicto a las bebidas alcohólicas --razón por la que estuvieron a punto de correrlo de su trabajo-- que hoy es dueño de una fortuna desconocida. Hasta mayo de 2017, el actual presidente de Texcoco, Higinio Martínez Miranda, no había presentado su declaración patrimonial.
Dice el refrán popular, en la vida hay dos cosas que no se pueden esconder, el amor y el dinero. Por eso, no es extraño que en cinco años la familia Martínez Miranda, tras constituir una sociedad anónima llamada Grupo Muler S.A de C.V., adquiriera 14 propiedades inmobiliarias, acumulando un patrimonio de más de 85 millones de pesos. Su prosperidad es inocultable.
Según el Instituto Registral del Estado de México indica que Martínez Miranda es propietario de 12 inmuebles y 12 más, son de sus vástagos. Las formas de enriquecerse al amparo del poder ya no son exclusivas del Grupo Atlacomulco, las peores prácticas de nepotismo también han sido copiadas y superadas en la comarca de Texcoco, nombrando a su hermano como tesorero; a su tío como director de seguridad, su nuera, como directora del DIF; todos en sus posiciones para velar por el “Desarrollo Integral de la Familia Martínez”
La misma historia se repite en diferentes escalas con los diversos miembros de la cúpula del GAP, como Ricardo Moreno Bastida, llamado cariñosamente por sus compañeros de clan como “el barquillo”, a quien no se le recuerda un solo logro de trascendencia en su paso por la Cámara de Diputados Federal o Local del Estado de México, dicho sea de paso, ambos cargos obtenidos por representación plurinominal; es decir, en ningún caso tuvo que competir, ni someterse a las urnas, siempre fueron regalos del GAP dentro del PRD, por los servicios prestados.
La historia de Moreno Bastida está llena de claroscuros que van desde el fracasado intento de constituir una empresa constructora para dar servicios a los ayuntamientos, emanados del PRD; un enriquecimiento inexplicable que le permitió construir una mansión en las inmediaciones la “Calzada al Pacífico”, al sur de la ciudad de Toluca, mientras fue presidente del PRD en el Estado de México; pasar largas temporadas en Europa, gozando la “Dolce Vita” como auténtico junior del poder o mostrar su frivolidad en sus cuentas de Facebook, al lado de una motocicleta BMW con las placas J62NR y no ocultar los gustos por las exclusivas Harley Davidson o los relojes de marca, hasta llegar a ser un próspero empresario que al amparo del poder y con jugosos créditos gubernamentales ha logrado levantar un emporio al sur del Estado de México.
Acaso coincidencia, pero la prosperidad económica de Ricardo Moreno, ha ido de la mano de su “compadre”, José Sergio Manzur Quiroga, el poderoso ex secretario General de Gobierno, propietario de 136 autos de colección, de un lago artificial y un zoológico privado al norte de la ciudad de Toluca. Su cercanía es tan grande, que en octubre de 2016, a través de un mensaje de texto puntual y servilmente, informó al Secretario General de Gobierno del Estado de México, que su nuevo partido, MORENA, lo había nombrado como representante ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), por lo que se ponía a sus órdenes.
Esta relación tan cercana, quedó evidenciada cuando el 4 de junio de 2017, día de la elección de gobernador, durante la madrugada, un comando armado, en el municipio de Atlacomulco, secuestró a Óscar Juárez, representante de MORENA y las únicas acciones posteriores, fueron las declaraciones de José Manzur y Ricardo Moreno, explicando su coordinación para atender el asunto; afortunadamente, días después Óscar apareció con vida, sin más explicaciones públicas.
Estas acciones en concreto, fueron la tónica en la que se desarrolló la elección a gobernador del Estado de México, donde quemar autos en Acolman, previo a la visita de AMLO; colocar adornos funerarios amenazantes con dedicatoria al dirigente nacional de MORENA; arrojar decenas de cabezas de cerdo, con listados de nombres de militantes y dirigentes de este partido con pequeñas cruces de madera manchados de pintura roja, simulando sangre, fueron acciones propias de grupos del crimen organizado que nos recordaron la vieja rencilla entre José Manzur Quiroga contra Luis Enrique Miranda Nava, hoy Secretario de Desarrollo Social Federal, cuando a éste le secuestraron al Delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en el Estado de México.
Regresando a MORENA, resulta inquietante saber que la Fiscalía de Delitos Electorales del Estado de México (FEPADE) no registró ninguna denuncia por estas agresiones durante la campaña electoral de la profesora Delfina Gómez, cuando el responsable de representar a su partido sería Ricardo Moreno o en su caso Horacio Duarte, ambos miembros del GAP y dirigentes de MORENA en la entidad; su silencio dejó un tufo de complicidad con el sistema.
Ya para concluir, podemos decir que la renuncia de Moreno Bastida, se da por dos razones: la primera, es que en el hipotético caso de asumir la candidatura de MORENA por el municipio de Toluca; tendría que adoptar un papel de opositor, el cual nunca en su vida le ha quedado, porque son tantos los “acuerdos” con el gobierno que no le dan oportunidad de “salirse del redil”. Gana más declinando su participación, que compitiendo y eventualmente ganando la alcaldía municipal. Aunque usted no lo crea.
La segunda causa, es que en caso de que su estrategia triunfe y el panista, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, asuma la candidatura, el partido de AMLO dejará de ser opción y el triunfo del PRI estará más que asegurado; en ambos casos, sus intereses estarán a salvo.
Lo que sí es un hecho, es que si los dirigente de MORENA a nivel nacional tienen algunos minutos de lucidez y no le hacen caso al GAP, definirán como candidato a la presidencia municipal de Toluca a Joel Sánchez o a Félix Santana; éste último, muy activo en redes sociales, ha declarado que no declinará por Juan Rodolfo, lo cual, le resulta todo un desafío pues tiene a este “Judas” comiendo en la misma mesa.
Sin duda, la elección del 2018 será compleja, no por la competición, sino porque el GAP a través de Horacio Duarte, como presidente de MORENA en el EdoMéx, ha sido un pésimo administrador; basta saber que, en 2016 ese partido recibió 59 millones 628 mil 078 pesos y en este 2017, 89 millones 239 mil 228 pesos. Lo que significa que solito el GAP administró más de 148 millones de pesos en dos años
La pregunta, que nos salta en este momento es ¿dónde quedó ese dinero, si la mayoría de los militantes a ras de suelo, no reciben un solo centavo del partido? Y lo que es peor, este grupo ha tratado a toda costa de imponer y sembrar a sus candidatos, sin tomar en cuenta a las bases, que realmente buscan un cambio de paradigma político en el país y, de manera especial, en la entidad más poblada del país.
¡Pobre MORENA del EdoMéx¡, tan lejos de AMLO y tan cerca del GAP…
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